De cuando se utilizaban sacos de harina para confeccionar vestidos

En la década de 1930 los productores de trigo de los Estados Unidos decidieron imprimir motivos florales en los sacos de harina para realzar las ventas, conscientes de que muchas familias los empleaban para fabricar ropa. El resultado de la iniciativa fue, en muchas ocasiones, sorprendente.

Siempre en épocas de carestías las sociedades han hecho lo posible para reducir los gastos procedentes de la economía doméstica, entre ellos, por supuesto, los vinculados con el vestir. Así es habitual que la ropa la hereden los más jóvenes, se reutilicen las telas para otros menesteres o se trate de modificar algún traje o vestido ya usado para dar sensación de novedad. En los Estados Unidos, además, está testimoniado desde al menos finales del siglo XIX el uso de sacos de harina para realizar con ellos, además de toallas, cortinas o edredones, distintas prendas.

Foto realizada por Margaret Bourke-White para la revista Life en 1939. En ella aparece un trabajador rodeado de sacos decorados con distintos motivos

Fueron, sin embargo, los problemas económicos derivados del crack del 29 y la Segunda Guerra Mundial –en donde escaseó especialmente el algodón-, cuando estas  prácticas se popularizaron de forma masiva en el país. Así lo explica la historiadora Margaret Powell, quien recuerda que entre las décadas de 1930 y 1960 los fabricantes de sacos decidieron incluir motivos florales y otros diseños atractivos en sus productos al comprobar que las mujeres los reutilizaban para confeccionar trajes.   


Dos mujeres, en torno a la década de 1940, con vestidos realizados a partir de sacos.

La idea fue un éxito y estas compañías lograron que sus productos se vendieran de forma masiva. De hecho, tal fue la popularidad que incluso llegaron a hacerse concursos de trajes realizados a partir de sacos, dando lugar a modelos como el que adjuntamos en esta fotografía, elaborado por Dorothy Overall de Caldwell (Kansas) tras utilizar un patrón floral blanco para el Concurso de Costura de Sacos de Algodón de 1959. Hoy día, por cierto, puede este contemplarse en el Museo Nacional de Historia Americana en Washington.


El vestido ganador del Concurso de Costura de Bolsas de Algodón de 1959

El traje, eso sí, ya es de un periodo en donde los sacos de algodón se vendían menos porque empezaba a emplearse mucho más el papel. Es más, los concursos fueron un intento por potenciar las viejas prácticas. Sin embargo, no cumplieron su cometido, pues al final estas fueron perdiendo importancia frente a las alternativas que aportaron los nuevos tiempos.