Siete curiosidades de la máscara de Tutankamón
1 – Es la pieza más representativa y conocida del arte egipcio.
La elaboraron orfebres egipcios en el siglo XIV antes de Cristo. Pesa más de 10 kilos y mide 54 centímetros de alto, 39,3 cm de ancho y 49 cm de profundidad. Lleva un nemes (el tocado que cubre la cabeza) coronado por la insignia real de una cobra (Wadjet) y un buitre (Nejbet). Igual tiene una barba estrecha de oro con incrustaciones de vidrio azul. Una cristalografía de rayos X realizada en 2007 demostró que está hecha principalmente de oro de 23 quilates aleado con cobre para ayudar a darle forma. Igualmente tiene cristales de colores y piedras preciosas.
2 – Representa a Tutankamón, o al menos a una versión idealizada de él.
Este faraón reinó de 1336/5 a 1327/5 a. de C. y hoy tiene fama por la importancia que adquirió el descubrimiento de su tumba. Sin embargo, en su momento fue un gobernante de escasa trascendencia que falleció muy joven, en torno a los 19 años.
Howard Carter frente al sarcófago, ya abierto (1925)
3 – Pasaron más de dos años para que su descubridor, Howard Carter, pudiera abrir el pesado sarcófago en donde se hallaba.
Así, aunque este arqueólogo descubrió la cámara funeraria de Tutankamón en el año 1922, no fue hasta el 28 de octubre de 1925 cuando su equipo logró revelar el cuerpo del faraón y contemplar la máscara encajada en su rostro. Al respecto, Carter escribió en su diario: “Se quitaron los alfileres, se levantó la tapa. Se reveló la penúltima escena: una momia muy bien envuelta del joven rey, con una máscara dorada de expresión triste pero tranquila, que simboliza a Osiris ... la máscara lleva los atributos de ese dios, pero la semejanza es la de Tut.Ankh.Amen - plácida y hermosa , con los mismos rasgos que encontramos en sus estatuas y ataúdes. La máscara ha caído ligeramente hacia atrás, por lo que su mirada está directamente hacia el cielo”.
La máscara fotografiada en 1925, tal y como apareció al abrir el sarcófago
4 – Es posible que fuera una máscara reutilizada.
Así, distintos investigadores creen que varios objetos hallados en la tumba estaban destinados originalmente a los dos faraones que precedieron a Tutankamón: Neferneferuatón (quizá la misma Nefertiti) y Semenejkara. De hecho, egiptólogos como Nicholas Reeves consideran que la máscara se hizo previamente para Nefertiti, pues las orejas están perforadas para sostener aretes. De ser así, el rostro de Tutankamón sería un añadido posterior.
5 – Incluye un hechizo protector tomado del Libro de los Muertos.
Así, en los hombros y la espalda aparecen en escritura jeroglífica una serie de frases, en diez líneas verticales y dos horizontales, que ya aparecen en máscaras fechadas medio milenio antes de la de Tutankamón. Así, podemos leer: “Tu ojo derecho es la barca de la noche (del dios-sol), tu ojo izquierdo es la barca del día, tus cejas son (las de) la Enéada de los Dioses, tu frente es (la de) Anubis, la nuca de tu el cuello es (el de) Horus, tus mechones de cabello son (los de) Ptah-Sokar. (Tú eres) frente a Osiris (Tutankamón). Él ve gracias a ti, lo guías por los buenos caminos, golpeas por él a los confederados de Seth para que pueda derrocar a tus enemigos ante la Enéada de los Dioses en el gran Castillo del Príncipe, que está en Heliópolis... Osiris, el rey del Alto Egipto Nebkheperure [nombre del trono de Tutankamón], fallecido, dado vida por Ra”.
Parte trasera de la máscara, en donde podemos ver el hechizo protector
6 – Se guarda en el Museo Egipcio de El Cairo.
En diciembre de 1925 la máscara se retiró del sarcófago y se colocó en una caja. Inmediatamente después se trasladó 635 kilómetros al museo donde todavía hoy se expone.
7 – En 2014 sufrió un accidente y sufrió una polémica y defectuosa restauración.
Concretamente la barba se cayó cuando se sacaba de la vitrina para limpiarla. Al ver esto, los trabajadores trataron de pegarla, pero utilizaron un adhesivo inapropiado y dejaron la barba descentrada. Cuando se descubrió esto, varios empleados del Museo fueron multados. Para arreglarlo en 2015 acudió al lugar un grupo de restauradores que unieron las piezas con cera de abejas, un material natural utilizado por los egipcios.
La máscara en su lugar de exposición