jueves, 26 de diciembre de 2024 00:03h.

La uruguaya Cristina Peri Rossi gana el Premio Cervantes 2021

El galardón, el más prestigioso de las letras españolas, reconoce “la trayectoria de una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo y la envergadura de una escritora capaz de plasmar su talento en una pluralidad de géneros”. Es la sexta mujer premiada en la historia del Cervantes. 

Cristina Peri Rossi
Cristina Peri Rossi

Después de dos ediciones en que el Cervantes había recaído en autores españoles (Joan Margarit y Francisco Brines), este año 2021 la galardonada ha sido una escritora latinoamericana que hace mucho tiempo que no reside en el Uruguay que le vio nacer, Cristina Peri Rossi. Alguien con una obra tan ingeniosa como experimental, tan irónica como tierna, tan metafísica como, muchas veces, inclasificable. Y que siempre se ha mostrado sorprendentemente creativa. Así, el jurado ha querido reconocer con esta concesión “la trayectoria de una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo y la envergadura de una escritora capaz de plasmar su talento en una pluralidad de géneros". Añadiendo, además, que la “literatura de Cristina Peri Rossi es un ejercicio constante de exploración y crítica, sin rehuir el valor de la palabra como expresión de un compromiso con temas claves de la conversación contemporánea como la condición de la mujer y la sexualidad. Asimismo, su obra, puente entre Iberoamérica y España, ha de quedar como recordatorio perpetuo del exilio y las tragedias políticas del siglo XX”.

Cristina Peri Rossi (Montevideo, 1941) demostró desde muy joven que no estaba dispuesta a claudicar en sus convicciones y en su libertad de ideas y sentimientos. Tras licenciarse en Literatura Comparada y lograr cátedra en la Universidad se labró un nombre como cuentista y novelista por obras como Viviendo (1963) o El libro de mis primos (1969), pero en 1972, al ver la evolución del país, que marchaba hacia un golpe de Estado y una dictadura, decidió marcharse a España y empezar desde cero (durante un tiempo residió también en Francia, al lado de su amigo Julio Cortázar, a quien le unió siempre una cariñosa relación fraternal). En su país de acogida publicaría sus novelas más conocidas, entre ellas, La nave de los locos (1984), El amor es una droga dura (1999) o la reciente La insumisa (2020), que la consagraron como una de las maestras de la prosa corta y de la experimentación literaria. Mantuvo, además, estos rasgos en su también muy interesante obra poética, en la que expone abiertamente sus sentimientos y añoranzas, sin ocultar su sexualidad, mientras da cuenta de su pasión por la escritura y su sensación de mujer exiliada y fuera de los cánones mayoritarios. Como dice en uno de sus poemas: "¿Cuál es mi casa?/¿Dónde vivo?/Mi casa es la escritura/la habito como el hogar/de la hija descarriada/la pródiga/la que siempre vuelve para encontrar los rostros conocidos/el único fuego que no se extingue".

La concesión del Cervantes dará ocasión de redescubrir a una original autora que nunca deseó formar parte de grupos o camarillas concretos. Más bien, lo contrario: ansió, ante todo, la independencia para poder ser honesta con su arte, aunque esto le llevase a veces a apartarse de los grandes sellos. Por eso este galardón, que se suma a otros que obtuvo en el pasado como el Premio Ciudad de Barcelona, el Premio Internacional Fundación Loewe o el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, tiene un significado tan especial. Por cierto, este 12 de noviembre cumple 80 años. La felicitamos por partida doble.