La ‘cara de Marte’: de civilización extraterrestre a efecto de pareidolia
Sucedió en julio de 1976. El orbitador Viking 1 de la NASA tomó al pasar por Marte distintas fotografías de la región denominada como “Cydonia”. Todas fascinaron a los científicos, pero hubo una que llamó la atención por encima de todas. ¿El motivo? Allí había una estructura en donde parecía contemplarse una especie de rostro humanoide.
La NASA, viendo el potencial mediático de la imagen, decidió hacerla pública, si bien, se cuidó de decir antes que aquello era o bien un accidente geográfico o un efecto óptico. Y entonces sucedió lo esperable: hubo un importante grupo de personas que no se conformaron con la explicación y, siguiendo las teorías de ufólogos como Richard Hoagland, afirmaron estar ante la prueba de la existencia de una civilización extraterrestre en Marte. Así, expresaban, aquel rostro lo habrían hecho los habitantes del planeta, seguramente mucho tiempo atrás, o quizá visitantes alienígenas que habían querido dejar huella de su paso. Además, consideraron que las restantes estructuras que se podían ver en las imágenes –entre ellas, varias pirámides- eran restos de una ciudad en ruinas.
La “ciudad” cidonia, de acuerdo a algunas interpretaciones que los partidarios de la existencia de una civilización extraterrestre
Culturalmente la “cara de Marte” fue adquiriendo mayor importancia, siendo uno de los temas favoritos de las revistas esotéricas de su tiempo, que incluían artículos en donde se establecían paralelismos con la esfinge de Egipto y se desarrollaban todo tipo de teorías. De hecho, su fama fue tal que apareció en cómics, novelas, series de televisión (por ejemplo, Expediente X o Futurama) y películas (Misión a Marte, de Brian de Palma, es una de las más recientes). Además, como la NASA no ofreció nuevos datos sobre la supuesta cara, hubo también quienes empezaron a asegurar que el gobierno estadounidense estaba encubriendo el descubrimiento de vida extraterrestre en Marte.
La cara en la película Misión a Marte (2000)
Todo aquello se empezó a derrumbar en 1998, cuando la NASA decidió fotografiar nuevamente la zona aprovechando los avances tecnológicos. El resultado fue desolador para quienes habían defendido la teoría de la civilización extraterrestre: en la zona donde supuestamente estaba la cara solo se observaba un montículo sin rasgo humanoide alguno. Todo había sido, de acuerdo a las nuevas imágenes, un efecto óptico.
Imagen realizada en 2007 con mejores tecnologías. En un recuadro, abajo a la derecha, se puede ver la imagen de 1976.
Esto, sin embargo, no convenció a todos los defensores de la cara de Marte, que pasaron a dudar de la autenticidad de esta última imagen e incluso comentaron que la niebla del lugar había tapado el rostro. De allí que años después volvieran a tomarse imágenes de la zona, esta vez con una calidad aún mayor y sin accidentes climatológicos. De este modo, con el incremento de la resolución de las cámaras quedó en evidencia que las imágenes de 1976 habían generado un efecto de pareidolia, esto es, un fenómeno psicológico basado en que el cerebro interpreta erróneamente una imagen difusa y le da una forma reconocible.
Ahora bien, pese a todo, todavía hoy sigue habiendo grupos que niegan la validez de estas imágenes e incluso ven posible que alguien, humano o extraterrestre, haya borrado la cara. Y es que, desde luego, resulta difícil acabar con la fascinación que en su día la imagen provocó al público.